miércoles, 11 de mayo de 2011

HALLO-P-RI-DOLL (PARTE 3)

Miguel, sobrepasaba los 45, alto, rubio, un profesional de las finanzas, atractivo, sin duda sus ojos destacaban, tenía los ojos más bonitos que le habían sido otorgados a un humano, si mirabas dentro de ellos a veces podías ver incluso las olas batiéndose y rompiendo en sus pupilas, desde el turquesa más intenso se escapaban perfume de yodo y sal y te salpicaba e inexplicablemente una vez que te mirabas en ellos, ya era difícil dejar de bañarse en ese océano, nunca faltaba en el lugar una playa donde descansar, los rayos solares abrazaban en un suave balanceo, perfumándolo todo con la brisa.
Al otro lado, Miguel permanecía en la entrada allí sus ojos se unieron en un abrazo cosmico, que pareció durar horas, entonces Silvia le invito a entrar, se fundieron en un beso interminable,
ella, reconoció el sabor de sus cigarrillos, su saliva aun llevaba su marca personal, “fortuna”, se mezclaba con el brillo labial de frambuesa, ese perfume recorría toda la estancia, incapaces de controlar los impulsos, sus manos recorrían el cuerpo de su compañera, como deseosos, recordando cada rincón su cuerpo, acariciando sus curvas, cada rincón de su alma, los besos y los abrazos llegaron mucho más lejos, se unían a los placeres de la carne sin tabúes, la pasión inundaba y agitaba, aquella habitación, parecía que los muebles sobraban y absolutamente nada era perceptible, ni importante, porque allí solo existían dos personas y no había nada mas, la parte material desaparecía, y ambos Silvia y Miguel se agitaban sensualmente en una danza de proporciones épicas, una fuente inagotable, de luz donde brotaban cada vez nuevas flores, estas flores despedían fragancias, que embriagaban el cuerpo y extasiaban la mente, despojándose así de mascaras y desnudando el alma sin temor.

By Esther Diaz.
Safe Creative #1105119189406

No hay comentarios: