Nunca me gusto el color rojo
ninguna esencia de calor en mi armario
el fuego deseoso de plasmar vida en mi corazón
Intente dejar atrás los azules, los índigos y los violetas
y por fuerza apareció uno vistoso, rojo , brillante que desafiaba a los cielos y las nubes
Los vientos se arremolinaban alrededor, como intentando robarle el rubor
termine dejándolo en una cafetería, haciendo las veces de olvido, cerca, muy cerca de donde lo encontré después de todo, el paraguas no era para mí,
y allí quedo deseoso de lluvias, dando color y cobijo
Como uno de aquellos libros que se dejan en la parada del busy allí quedo deseoso de lluvias, dando color y cobijo
Para que otro los lea
By Esther Diaz.
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